Una de las bandas de rock mexicano que han marcado la historia de la música hecha en nuestro país, es sin duda Caifanes, el grupo conformado por Saúl Hernández, Alfonso André, Sabo Romo y Diego Herrera que en 1988 lanzaron su primer álbum y donde un año después, se les uniría Alejandro Marcovich.
En 1995 la banda se desintegraría para regresar en el 2011, y desde entonces Caifanes se le ha pasado de gira, aunque no sólo ellos, ya que su vocalista Saúl Hernández lanzó un segundo álbum como solista en 2014 Mortal, con el cual también ha realizado conciertos en los que alterna fechas con Caifanes.
Con ese pretexto, nos reunimos con Saúl para platicar acerca de esta gira, de su disco, su opinión acerca de la situación actual del país, y de cómo cuando está de gira de repente se despierta por las noches sin saber en donde está. Chequen la entrevista completa, a continuación.
Sopitas.com: Hola Saúl, en esta gira de Mortal diste tres conciertos en el Foro Alicia, cuando estás acostumbrado a tocar en lugares más grandes ¿Qué representa para ti regresar a tocar en un lugar tan importante para la escena nacional independiente?
Saúl Hernández: Cuando empezamos a tocar fue en los hoyos, en Ermita Iztapalapa, en Santa Martha Acatitla, lugares donde ni la policía entraba. Representa todo, no quiero que se mal interprete, tocar en estadios es formidable, pero cuando tocas en un lugar como el Foro Alicia, te purificas de muchas cosas, te limpias. Automáticamente te lleva a la esencia de tocar, haya gente o no, suene bien o mal, esa actitud es la que no puedes perder nunca, de que el escenario finalmente un templo, así lo veo yo. Grupos que no han pasado por el Alicia no van a morir en paz (risas). Los que no lo han hecho tienen que hacerlo, es la visceralidad de la música, la gente que va es gente que sabe, busca esa honestidad del momento, crudo, directo, transparente, me encanta. Como el Chopo, son foros que no puedo alejarme de ellos, tal vez no pueda tocar tan seguido en ellos, pero son muy importantes.
S: En tu gira actual, que te llevará a Estados Unidos y Europa, alternas fechas con Caifanes también ¿De qué forma te retroalimenta hacer conciertos de esta manera?
SH: Son dinámicas muy distintas y claras. Con Caifanes es un sonido que ya conocemos y seguimos disfrutando mucho y seguimos buscando la manera de que sea más fuerte, de pulirlo, y cuando estoy de solista estoy en otra dinámica, con otros músicos, utilizo el espacio de otra manera, toco canciones de Caifanes, Jaguares, de mi etapa solista, entre algunos otros covers. En ese sentido el espacio es más propio, enCaifanes igual pero son dinámicas diferentes.
S: Ahora cuéntanos de Mortal, ya tiene dos años que lo lanzaste, pero musicalmente hablando, ¿qué trataste de hacer en este disco?
SH: Hay un estilo porque es lo que he ofrecido y lo que soy a lo largo de estos años, pero también es importante entrar en una frescura, y la intención con este trabajo es buscar esos otros umbrales que sólo te da la frescura, y poder encontrar la manera de seguir desarrollando lo que en algún momento pensé y no lo pude hacer, como cuestiones rítmicas, guitarras, cuestiones de estructuras en las canciones, buscar cómo desarrollar melodías diferentes para que no caiga en lo mismo de siempre, y con las letras lo mismo.
S: ¿Cuál crees que deba ser el siguiente paso en tu carrera?
SH: Un siguiente disco con Jaguares lo veo muy difícil porque con Caifanes y Mortal no puedo meterme en eso, mucho menos Alfonso André que también anda ocupadísimo, porque también necesitamos tiempo para nuestras familias. Al terminar la gira,entrar en el reto de hacer el siguiente disco, buscar y exigirme para que todo salga diferente y fresco, porque no quiero ser un cover de mí mismo. Y con Caifanes hay pláticas también de entrar en un nuevo disco, creo que nos lo merecemos y tenemos ganas de hacerlo.
S: Saúl, cuando surgió Caifanes tenía un espíritu contestatario, pero tal parece que las bandas de ahora carecen de ello ¿Crees que a los grupos de rock mexicanos actualmente les falta transmitir ese mensaje?
SH: Las bandas son libres de decir lo que quieran, y de no expresar lo que no quieren, es la libertad que te da el rock and roll. Está ligado a una cuestión social, por supuesto, porque los géneros se han utilizado para una confrontación política o social. Sí extraño un poco la furia que quizá nosotros nacimos con ella en el subterráneo, tocando en hoyos, crecimos con una personalidad contestataria, tú vez a Roco y Maldita y no pueden dejar de hacer eso, así crecieron.
Yo estoy seguro de muchos grupos están luchando porque México tenga un cambio y libertad de expresión. Los grupos que tienen el espacio tienen otra ideología, pero yo sí extraño esa furia, que nos ensuciemos de lodo, que sea un caos perfectamente claro.
S: ¿Qué opinas de la situación actual tan difícil que vive el país, y cómo crees que la música desde su trinchera, pueda contribuir a cambiar esto?
SH: Estamos mal, estamos viviendo un momento que parece que tristemente todo se estaba organizando para que la democracia se vuelva una dictadura, como que uno no puede entender como sigue habiendo un porcentaje altísimo de feminicidios, como los periodistas no están seguros en este país, desapariciones en Veracruz y en otras partes de la República, explotación infantil, inseguridad por el narcotráfico, y la estúpida mentalidad de que pareciera que para ser político tienes que ser un hijo de la chingada y corrupto. Que está pasando cuando se hace una investigación por los chicos de Ayotzinapa, y resulta que todo está bien, pero nadie sabe donde están, es inaudito, que además la Comisión Internacional de Derechos Humanos la hagan parecer como que está haciendo mal su trabajo, eso me da pena ajena, no es posible que las autoridades de este país nos quiera seguir viendo la cara de pendejos a todos, es algo muy triste, porque en algún punto pensé que había un abismo entre el pueblo y el estado, y que había que recuperar eso, pero ahora veo que no hay un abismo, hay un abandono, la oligarquía está protegida al 100% y una mujer que camina sola en la calle, no.
La música puede ser un puente de comunicación importante, de reflexión, y una herramienta para hilvanar tu conciencia, o acordarte que no estás solo en este mundo, sentir que tu lucha también es la de otros, lo creo porque lo viví y la música me lo enseñó, con músicos como John Lennon, Peter Gabriel y hasta Bruce Springsteen. Yo sí creo que la música es una herramienta que si la dejas entrar, te puede ayudar a reflexionar y a cambiar las cosas.
S: ¿Qué es lo más extraño que te ha pasado mientras estás de gira?
SH: Cosas raras siempre pasan, pero una de mis incomodidades o paranoias, es que a veces me despierto a mitad de la noche y no sé en donde estoy, me pasa muy seguido. Me asusta porque no sé dónde estoy, siento que estoy como en la nada, de repente volteo y recuerdo, como que la brújula se desconecta, me pasan cosas más raras aquí adentro (señala su cabeza) que afuera.
S: ¿Qué sientes que te falta hacer en tu carrera como músico?
SH: Me falta mucho por describir, la creatividad puede llegar a dormirse un poco. Tener el valor para hacer las cosas, porque a veces nos pasa que queremos hacer las cosas pero nos auto censuramos, porque decimos, ‘no va a gustar, está muy extraño’, o ‘la gente está acostumbrada escuchar otra cosa’, pero hay que decir ‘me vale’. Finalmente no es un examen y no tienes que quedar bien con nadie más que contigo mismo. Eso me gusta hacer con Mortal, porque improvisamos mucho, eso es lo que quiero seguir haciendo, que se refleje esa frescura musicalmente, ese es un gran reto.
S: ¿Qué opinas acerca del internet y el impacto que ha tenido en la industria de la música?
SH: Por un lado hizo algo muy positivo, como la difusión, pones la canción y te responden hasta en japonés. Hay una plataforma muy interesante que aún nos falta descubrir, es un universo. Me gustaría que el disco no desapareciera, es muy bonito mandar un mensaje, pero cuando te veo a los ojos es una plática muy distinta, un concierto, un libro, un disco, una pintura, es eso, puede haber mucha comunicación a nivel internet y redes sociales, pero ojalá que el internet no apague el sentimiento humano, que es algo que me preocupa y que no se pierda ese contacto que nos hizo lo que somos. Ponerle a mi hijo un cd, un vinilo, cómo descargar una canción, es un proceso que no tiene que estar en conflicto, sino complementarse. Son objetos que me niego a que desaparezcan.
POR: ABRAHAM HUITRÓN
FOTOS: OLGA LARIS, CORTESÍA BIKO RECORDS